martes, octubre 30, 2012

“Lo voy a pensar”


Es curioso como una serie de sucesos armonizados, pueden cambiar totalmente el rumbo de la vida. Pese a que tenía un “negocio” medio apalabrado, en realidad no funcionaba y no lo digo por el hecho de que ahora está conmigo, pero apareció con esos ojos negros, blusa morada (y dado mi ya consabido daltonismo, quizá era azul, verde, o violeta), pantalón de mezclilla, pelo suelto y una dona disfrazada de pulsera.

Algo parecido al big bang sucedió dentro de mí, cuando emití un simple “buenas noches”. Lo supe antes de que me contestara el saludo, debía de estar en mis brazos, así que decidí lanzarme a la conquista cual Hernán Cortes.

El conquistador Español se valió de las culturas sometidas, las hizo sus aliadas… jugaron también de su lado las enfermedades que sus hombres trajeron para menguar las defensas y obtener en 1521 la claudicación del imperio mexica.

478 años después lo traté de emular, me hice del grupo de amigas que le rodeaban, y tenía una espía tipo malinche que informaba de cada uno de sus movimientos.

Rosas anónimas diarias, hicieron su trabajo, cada tercer día arremetíamos con un chocolate, y en las visitas de tarde misteriosamente, y a veces con poco disimulo, mis secuaces nos dejaban solos.

No lo niego: pasé más de una de una noche triste al ver el que otros querían hacerse del imperio cochi ferocesco.

Al ver que tenía competencia, decidí en un movimiento estratégico darle remitente a las rosas y chocolates, era la hora de la caballería pesada, le llevé un cuervo de peluche, feo como él solo pero funcionó a la perfección.

Así fue como opté por dar el golpe final, 9 de octubre del año 1999 de Nuestro Señor, preparé con antelación las palabras justas, ni una más, ni una menos. Me despedí y le pedí 5 minutos, nos sentamos en la escalera y, listo para el discurso, ¡que se me olvida todo lo que tenía preparado!

No sé si fue la fuerza de gravedad, el movimiento de rotación y traslación o alguna otra clase de fuerza invisible a mis ojos (y miren que es decir bastante) lo que me hizo acercármele, por miedo creo se cerraron mis ojos, la distancia que tenía calculada para ese primer beso se redujo a la mitad de forma inesperada y maravillosamente inolvidable.

¿Cuanto duró? No sabría especificar a ciencia cierta, pero al terminar, sólo dije: ¿te gustaría ser mi novia?  A lo que amablemente contestó: “Lo voy a pensar.”

A Hernán Cortés le bastó llegar a México Tenochtitlán para hacerse con la conquista… en lo referente a su servilleta aún no puedo terminar de hacerlo, y, pese a que nunca falta uno que otro día difícil, hasta el momento no he pensado claudicar en el intento.

Nos vemos luego.

Pdt.
Reparando en todo creo que el conquistador salió conquistado. Te amo.

3 comentarios:

  1. Cristy3:44 p.m.

    excelente....ese romance q muchas parejas vivimos permite q hoy en dia sigamos luchando por perpetuar ese amor...de lo k se pierde esta juventud tan acelerada. Bendiciones a tu familia!!!

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  2. Anónimo7:42 p.m.

    Por que la entrada tiene patrocinio de rent car? Ts chido el txt. Zuly

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  3. Alexis2:46 p.m.

    Muy bonito mi estimado.

    Ahora tenemos que leer la contraparte, ya que al final Hernán Cortéz ya no fue muy bien visto con el paso de los años.. jajaja..

    Felicidades compatriota, que en octubre tienes un motivo mucho mejor, para celebrar.

    Saludos.

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