martes, marzo 27, 2012

Una Horrenda niña…

En realidad quería un perro, un balón y si mal me iba un hermano, a los 7 años uno no piensa en el futuro como lo hacen los adultos, el perro no fue posible, la pelota no llego, a cambio un día sin darme cuenta mi mamá no estaba y regreso con una criatura en brazos…

Era mi tercera opción, un hermano con quien jugar, pelear, compartir, mandar etc. etc. etc. ustedes si cuentan con la fortuna de contar con hermanos saben a lo que me refiero.

La felicidad aunque no desbordante era notoria así que procedí a verlo y al destaparlo de una sabana blanca sucedió algo que cambio mi vida. Cual fue la sorpresa al ver en vez del niño, a una HORRENDA niña, si aunque no lo crean una niña, como fue posible que mis padres me hicieran eso, yo no quería ni de chiste a una hermana.

El mar de llanto no se hizo esperar de manera incontenible, mi papá en ese momento se fue a comprar un balón y fue como se calmaron las cosas.

Xochitl hermanita te agradezco que hallas llegado a mi vida, le diste brillo con tu compañía, y sobre todo demasiado amor, mas que cualquier pelota, carro, y aunque no fue así, si me hubiera hecho falta algo por tu llegada estoy seguro no me lamentaría nunca.

Gracias por tu compañía, por tu sonrisa, por acompañarme a llorar en los momentos difíciles, y a reír en los momentos felices, eres una excelente amiga.

El destino nos tiene por rumbos diferentes pero se que llegara un día en el cual estemos como en esos tiempos…

Nos vemos luego…

jueves, marzo 15, 2012

Papá Juan...

Juan González López o como comúnmente le llamaban  Juan Peche, es el nombre de mi abuelo materno, Tehuano de nacimiento, telegrafista de profesión, excelente orador y de un carácter inquebrantable, estricto en todos los sentidos y muy enojón.
Aunque no soy Juan, a él le debo mi nombre (que pese a que me ha traído alguna que otra burla o albur, lo llevo orgulloso), además de muchos buenos consejos…
Hace un como un año lo llegue a ver, y francamente no era el mismo, y me empezó a decir que el tiempo había hecho su trabajo, que se sentía satisfecho con lo conseguido y con lo vivido, que me amaba desde que me vio nacer, que mi primer año de vida lo viví con ellos y que hasta el ultimo suspiro y fuerza que le quedara me amaría, que había cumplido su ciclo y que lo único que esperaba era la muerte…
En ese momento lo abrace, llore y vi por primera vez salir una lagrima de su rostro.  Hasta ahora no entiendo porque me decía que estaba orgulloso de mi, ya que nunca he tenido logro sobresaliente o extraordinario, mas pienso que es por el amor que le tuvo a su hija, y al ser  tan duro no se lo expuso con palabras, pero si con acciones que escondidas tenían un te amo.
Papá Juan ayer me hablaron diciéndome que estabas muy mal, lo cual me hace suponer que el final esta cerca. Sabes que la familia no se escoge, uno viene y pues ustedes están acá, pero no me pudo tocar mejor abuelo que tu, gracias por tu amor y sobre todo  por tu ejemplo, eres un hombre cabal, te amo y te amare hasta mi último suspiro y con todas mis fuerzas así como tú me enseñaste...
 Nos vemos luego…