lunes, noviembre 30, 2009
Jo Jo Jo Jo
Tengo recuerdos vagos de cuando era niño como flashes de imágenes, así que no me acuerdo de la sensación que tenía al saber la llegada de Santa Clos.
Hace cuatro años Lupita mi nena que en ese entonces cursaba el 2º año de kínder me dijo, la maestra Villi te quiere hablar papi (la directora), a lo que le conteste, te portaste mal lupis o no hiciste tu tarea, moviendo la cabeza me di la respuesta, llegando al cubículo de la directora me dijo que la niña se quedara afuera y me sugirió, “necesitamos Santa Clos para el día de la posada y el elegido es usted”, mi respuesta sin pensar las consecuencias fue “si con mucho gusto”.
Lupita esa semana nos decía, verdad que me estoy portando bien, estoy contenta de ver a santa, ya hice mi carta, etc.
Paso todo el programa de ese día esperado por lupis, representación teatral, bailables, y otras cosas teniendo por audiencia en primera fila a todos los niños del kínder y atrás los padres menos su servidor, gracias al papel de santa.
Ya con nervios me cambie, estaban a mi lado tres reyes magos y fue cuando de repente dijeron, es hora de dar lo regalos. Al entrar al escenario escuchamos una cantidad de gritos ensordecedores de los niños emocionados de ver a santa y a los tres reyes magos. Rápidamente me reía jo jo jo jo, busque a lupita que me miraba atónita, ese fue el momento en el que me di cuenta como se siente y recordé cuando me tomaron la foto que ven arriba de seguro sentí lo mismo que lupis.
Desafortunadamente la felicidad de ver a mi hija con esa mirada no me duro mucho, y es que pese a que los reyes magos tienen su carisma santa se los lleva de cola, niño a niño, me hicieron que los abrazara y que me tomara infinidad en verdad infinidad de fotos (estas cámaras digitales de ahora tienen mucha capacidad jaja), paso maternal a, maternal b, primero, segundo y los pesados de tercero, mi espalda no podía mas pero teníamos que seguir adelante.
Paso lupita y le dije como te has portado, jo jo jo, al lo que me contesto con un tono de alegría y miedo, más o menos, la abrace y llore.
No voy a olvidar que hasta año nuevo me duro el dolor de espalda de tanto chamaco que abrazaba, pero mucho menos olvidare la felicidad de lupita en ese momento.
Entonces vamos a ver que nos trae santa.
Nos vemos luego.
jueves, noviembre 12, 2009
Quieres ser mi novio.
Corrían los primeros días del año de 1992, y su servilleta con 14 años a sus espaldas cursaba el ultimo año de secundaria, a diferencia de ahora y nadie me dejara mentir, la secundaria todavía guardaba todavía un toque de inocencia y recato, el cual se ha ido perdiendo.
Aunque generalmente utilizábamos las horas libres para jugar fut, básquet, u otros juegos, empezábamos a interesarnos por las niñas, y hacíamos un espacio en nuestra apretada agenda para flirtear con una que otra chamaca de nuestro agrado.
Producto de esto un amigo quería por novia a una niña que estaba a dos salones del nuestro, su nombre Cinthya, como buen amigo y que quede claro a petición suya, decidí ayudarlo, con todos los medios posibles que habían en ese tiempo, cabe recordar que no existía internet, así pues nos dimos a la tarea de buscar tarjetas, peluches sin faltar la clásica rosa para llevársela a su casa. No consideraba hacer mal tercio al menos en ese momento, entonces fungí como Cupido para echarle un aventón a mi amigo, además que después de visitarla le hablaba por teléfono exaltando las virtudes de este hasta ese momento amigo.
Craso error, resulta que aproximadamente después unos 20 días de visitas y platicas por teléfono le dije, sabes le gustas a Fernando Federico Daniel (obvio omito el nombre por cuestiones de seguridad… mía), y me contesto, si pero a mí el que me gustas eres tú. Cayeron como bomba esas palabras y no por el hecho de defraudar a mi amigo, si no por la falta de experiencia. Recuerdo que le conteste tu también me gustas mucho, y vino la pregunta “quieres ser mi novio” (en esas épocas tener novia te daba status entre tus amigos) a lo que automáticamente respondí que si, las otras dos horas de platica no las recuerdo, lo que me acuerdo era la voz de mi mama diciendo deja ya ese teléfono…
Por ningún momento me paso en la mente mi amigo, y ahora tal vez se lo que pensaría cuando le dije, Fernando Federico Daniel, Cinthya es mi novia (que gacho), hizo un gesto de descontento pero no paso nada.
A ella la traían a la secundaria y se quedaba afuera a esperar a sus papas, fue en una de esas tardes en donde di o mejor dicho me dieron mi primer beso. Fue realmente algo especial y sin descripciones lo único que hice fue despedirme y correr muy fuerte jaja, ni dormí esa noche. Cuatro días después llego el 14 de febrero, además la escuela celebraba el famoso viernes cultural, no me acuerdo que regale, pero ella me dio un cavernícola de peluche que tuvo un desenlace infeliz, y uno chocolatote kisses que no tuvo más vida que ese día.
Todo era perfecto, que más podía pedir 3º de secundaria, 16 días con novia, amigos etc. pero no la vida es cruel, llego el lunes y esta niña Cinthya que dio inicio a mi primer relación también se encargo de darle final. Fueron más o menos 10 minutos que platicamos para que me diera alas y como 5 en los cuales después de despedirnos quede un tanto perplejo, hasta que un amigo en la cancha de futbol dijo ven vamos a jugar.
Llegue a mi casa ese día buscando al cavernícola que no la debía ni temía, pero claro esta a ella no le podía arrancar un brazo y desquite todo mi enojo con el pobre peluche que salió volando (cabe mencionar que mi decepción no duro más de 3 días).
Así fue entonces como fue el inicio y el final de mi primer noviazgo y mi primer beso.
Nos vemos luego.
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