Llego la hora, en que un niño
pequeño deja de serlo para convertirse en un niño no tan pequeño, y ese día es
hoy, mi Angelator culmina sus estudios de Jardín de niños y como parte de eso, se
nos va de campamento.
Los llevan preparando varias
semanas, explicándoles todo lo que harán haciendo énfasis en valerse por ellos
mismos.
Pero existe un problema con la
mamá o sea mi cochi feroz, independientemente del nivel supermaster de
consentimiento que ella tiene con él, no para de imaginarse mil situaciones
(adversas) a la cuales se podría someter, dignas de una escritora de ciencia
ficción – terror – drama – apocalíptico.
Me describió el campamento como
si fuera al entrenamiento a los cuales se someten los espartanos para
convertirse en soldados, alacranes gigantes, anacondas, insectos prehistóricos
obvio de los gigantes, hombres lobo, dragones, zombies, meses sin alimento y
agua etc. etc.
Argumenta cosas que según
desconozco, que si el instinto maternal, y que nunca ha dormido fuera de la casa,
que es su bebé, que lo quiere mucho (lo ultimo con lagrimas en los ojos).
Hablo con ella y le digo que todo
estará bien, que mañana lo recogeremos y va a ser una experiencia maravillosa e
inolvidable para él.
Por lo pronto hoy lo llevaremos a
las 4:00 p.m. y veremos que pasa.
Nos vemos luego.
P.D.
Ángel cuídate mucho, los hombres
lobo se matan con balas de plata, te metí en tu maleta el repelente de insectos
prehistóricos, lleva tu lanza espartana, tu mami te puso la pócima contra
dragones en la maleta, el agua bendita va en tu cantimplora, los zombis mueren
como lo vimos en the walking dead, y sobre todo, algo que no considero tu mamá,
si las maestras se convierten en brujas aviéntenlas en la fogata como Hanzel y
Grettel.