Después de varios miles de años, el hombre dejó de ser nómada (es decir migraba según sus necesidades para conseguir, sobre todo, alimento), y se convirtió en sedentario, la mayoría de los expertos culpan a la agricultura del cambio tan significativo e importante en la historia de la humanidad; una vez que se adquirió esta forma de vida, la vivienda pasó a ser una de las premisas, ya que representaba protección al clima y depredadores.
Eso sí, la mujer de esas épocas ni tarda ni perezosa empezó a sacar el cobre haciéndose ama y dueña de tal bien inmueble.
Por este conducto les comparto la adquisición de mi cueva, que también será de ustedes; y estoy en toda la disposición de sufrir en carne propia lo que de seguro pasó hace algunos miles de años, como cuando después de un arduo día de caza y recolección, llegaban nuestros ancestros y de repente ya no veían su roca favorita en el mismo lugar, que el pedazo de mamut ya estuviese convertido en otra comida o que la piel de tigre, dientes de sable, en lugar de estar en la sala, estuviese convertida en manta para trapear.
Primero Dios, espero convertirla en un lugar lleno de amor.
Así que bienvenidos a su cueva...
¡Unga! ¡unga!...que diga nos vemos luego.